Con lo justo

Author: Rodrigo D. Granados . /


Tuve un amigo italiano que decía: "El mejor plan es vivir muy bien, y morir con deudas"; creo que mi vida ha sido lo suficientemente buena, y lo de morir con deudas lo tengo asegurado, así que ya puedo tachar este ítem de la lista.
Cuando acabé el bachillerato, no me lo podía creer; me dije a mí mismo que ya daba mi existencia por buena. Es verdad que nunca confié en mis posibilidades, o lo que es lo mismo, he dudado persistentemente acerca de tenerlas. Con el tiempo, me fui dando cuenta de que, todo aquello que parecía complicado, era relativamente fácil si ponías el empeño suficiente.
Cuando tuve veleidades musicales, me encontré refunfuñando ante la poca coincidencia entre el gusto general y el particular, y terminé aceptando, que si hay muchos ídolos musicales, es porque hay demasiado "idiólatra" suelto, y si todo el mundo sabe quién es Stephen King, y la mayoría desconoce a Fernando Pessoa, es porque el percal es el que es, y nada puede hacerse al respecto en una sola vida. Aprendí de este último, a medir a la gente por su estatura interior, y que si les das tiempo, luz y riego, crecerán aún más.
Vivir con lo justo, se ha convertido en mi única religión, como los indígenas Konkaak de México, no quiero posesión, sino disfrute; no quiero acumular, sino satisfacer cada deseo que no se interponga en los de otros.
Hoy me despido de Uds. queridos amigos; quiero que sepan que he gozado de su compañía, comentarios y ocurrencias; de nuestras complicidades y desavenencias. En fin, que este ha sido un hermoso tiempo que no olvidaré. Estar vivo es eso, navegar el tiempo, y ser feliz en la barca, todo lo demás, sobra.

Intervalo gozoso

Author: Rodrigo D. Granados . /




Este sitio, como todos, es una timba de egos; un tira y afloja constante donde cada uno intenta hacer su santa voluntad sin demasiadas contemplaciones. El "Tomate" Amador por ejemplo, siempre tiene alguna justificación para las burradas de sus incontables churumbeles; "Juan el bestia", un motivo para liarse a mamporros con cualquier desconocido, y "La fofa", un buen negocio entre manos, que generará damnificados con toda certeza.
No es uno de esos lugares bucólicos habitados por campesinos simples y bonachones que salen en algunas películas progres, esto es "el extrarradio profundo"; y sin embargo, podría decirse que es la orillita, comparado con otros sitios que he conocido.
La tierra da lo suficiente para vivir de ella si se trabaja a conciencia; pero casi todos se ganan el jornal en la ciudad, y se refugian aquí por las noches y los fines de semana, en que dan rienda suelta a lo híbrido de su condición.
La manada de la familia de "los Decibelio", va llegando en vehículos discoteca, con los cristales vibrando de emoción, y sus cimarrones, tocan el claxon cuando han aparcado en el amplio patio (después de que les abrieran el portalón y por tanto notado su presencia). Inasequibles a la confidencia, mantienen sus diálogos de tenores hasta el domingo por la noche, en que el calendario se apiada de quienes aman el relativo silencio de extramuros.
Todos se odian más o menos veladamente, y están siempre dispuestos a desacreditarse. Como el ser neutral que soy, o al menos represento, me he convertido en el custodio de toda la malediciencia alusiva a los otros, y en las elegías de la bondad, nobleza y generosidad propias... más o menos como en cualquier parte.
El almacén de La Mari, es el lugar donde nos encontramos cada tanto; allí, "Vicente el de las cabras", me ha preguntado por Don José una media docena de veces en los últimos dos años, en todas ellas le conté que había muerto en la primavera de 2009, y meneó la cabeza otras tantas en actitud que representaba tristeza.
Dicho lo dicho, debo admitir que me gusta este rincón del mundo, para mí es como una especie de Proyecto Hombre para urbanitas; un lugar en el que desintoxicarme de décadas de metrópoli y hacinamiento; además, tenemos los mejores tomates del mundo. ¡Tienen un sabor!, un sabor que me recuerda... a los tomates.