Presos de inconciencia

Author: Rodrigo D. Granados . /


Mohamed Bouazizi ardió de impotencia y rabia, por las medidas de un gobierno que legislaba y ejecutaba como si el deterioro permanente de la economía de la población no existiera. A lo largo y ancho del mundo, son numerosísimos los estados que cometen el mismo error; se convierten en una camarilla que se dedica a vivir de sus administrados, oficiando de mamporreros del gran capital. Incapaces incluso de renunciar a prebendas tan caprichosas como extemporáneas en tiempos de escasez, los profesionales de la dieta y el despacho, apenas comparten el idioma con los pueblos que parasitan .
Me duele la muerte de este joven tunecino; me hace sentir miserable el no haberme siquiera hecho detener por arrojar piedras a cualquier organismo oficial o cagarme en los muertos del señorío de sus señorías.
Mártir del mundo árabe, lo es también para mí, porque aunque en un grado mucho menor, sufro las mismas injusticias que le llevaron a su trágica y heroica decisión.
Como Diógenes, salgo al mediodía a la calle con mi candil buscando hombres; y puede que no los encuentre porque nadie aún los ha iluminado con la tea de sus tripas. Dóciles y aburguesados, asistimos imperturbables al saqueo de las conquistas que ni siquiera son nuestras (quizás por eso el desinterés); aunque seamos quienes por más tiempo sufrirán las consecuencias.
Veo más pasión y clarividencia, en hombres que están en la sala de espera de la eternidad, como José Luis Sampedro o Stephane Hessel, ilustres veteranos que se rebelan ante el silencio de la mayoría con su discurso incontestable. Hermano Mohamed, prometo hacer lo que pueda para que tu llama arda para siempre, que anide en este candil apagado en que nos hemos convertido; pero desde ya te digo, puedo poco, soy uno más de ellos.

11 comentarios:

flower dijo...

Yo también me siento una más de ellos. Y lo malo es que tampoco veo la salida de ese grupo. Será comodidad, pero al final el espíritu de supervivencia nos convierte en miserables, abogando por nuestras causas personales que, al final, nos pasarán factura a todos.
La unión hace la fuerza y sin embargo no nos unimos para nada. Ni siquiera las huelgas son producentes hoy en día: las secunda una minoría y no tienen el eco como deberían tener. Pero es que nos "respaldan" unos sindicatos que apenas gritan ni hacen fuerza (por lo menos en mi sector).
Yo me siento impotente ante las mezquindades de los que nos dirigen y ha llegado un punto que casi me da igual el color que milite. (Bueno, no, hay colores que todavía me dan más miedo, pordios)

Sea como sea, cada vez me siento más pequeña ante los grandes tiburones que cada día engordan más.

En lo que a mi trabajo respecta, propongo movidas en las reuniones generales y, como apenas hay nadie que las secunda, las llevo a cabo yo sola. Y por supuesto casi no tendrán repercusión. Pero por lo menos yo me siento mejor conmigo misma.

Un beso Rodrigo y encantada de verte por este lugar. Tu presencia siempre me gustó. Mil besos,

Pombolita dijo...

Hola Rodrigo,encantada de leerte de nuevo...

Ayer murieron unas 200 personas al volcar un barco con el que pretendían llegar a Sicilia. Creo que habían embarcado en Tunez. Huían de los conflictos que sacuden toda esa zona del norte de Africa.

Si hubiera pasado lo mismo con otro tipo de barco, un crucero lleno de turistas, por ejemplo, como hay cientos por esas aguas, todo el mundo estaría horrorizado y no pararían de dar noticias en televisión...

Todo es relativo.
Hay ciudadanos de 1ª, de 2ª e incluso de 3ª y 4ª.
No nos imaginamos que eso que les ha pasado a estos pobres africanos, nos pueda pasar a nosotros.
Tenemos más empatía por Japón, que por Africa.

Esa es la realidad.

mangeles dijo...

¡¡Yo me he perdido...como casi siempre¡¡¡ Pero me alegro mogoll´n de volver a leerle D. RODRIGO DIAZ DE VIVAR....¡¡¡BESOS

tequila dijo...

Vivimos enjaulados. Nacimos así: enjaulados. Nos educaron, sembrando la semilla de la normalidad (ante lo aberrante) y crecimos dando gracias por poder trabajar y ganar lo suficiente para continuar decorando con nuevas comodidades nuestras celdas. Golosinas para acallar las rabietas de los niños.
Creemos que somos libres y nos apelotonamos diligentemente para decidir cuál de los gerifaltes ha de ser nuestro guardián. Corremos tras aquel que promete robarnos menos , eructamos complacientes ante imágenes de aquellos que se encuentran en peor situación y lanzamos plegarias a dioses omnipotentes, destinos o fortunas que habrán de cambiar nuestra situación (siempre mejorable) dependiendo de nuestra habilidad al tomar una u otra calle. Enjaulados. Ciegos.
Admiro a Bouazizi por extinguir su tea lanzando luz antes sus hermanos (ya que habiendo tomado la decisión, bien pudiera haberlo hecho en la oscuridad de una calle o en su propia habitación). Pero le confieso que soy de aquellos que se niega a abandonar el cine y sigue buscando entre las salas de la jaula, aquella que proyecte la mejor película de su vida, soñando con escribir su propia versión original: soñando…
Admiro también a aquellos que, sin venda en los ojos, han decidido ser coherentes más allá de las palabras y tomado la ruinosa decisión de no alimentar más al sistema. Libres, videntes, marginados… Me pregunto cada día por qué yo no, mientras grito junto a otros por los pasillos , consciente que tras las máscaras que parecen escuchar se esconden sonrisas burlonas que susurran : pobre infeliz!!.
Espero no se ofenda si le digo, que no le creo uno de ellos: usted no.

El Erial d'Aigües dijo...

Qué bueno verle bloggear de nuevo.
La mancha del hambre se va extendiendo por el mapa a una gran velocidad.
"Revueltas del hambre, antesala del caos" http://crashoil.blogspot.com/2011/01/revueltas-del-hambre-antesala-del-caos.html

Sila dijo...

Ayyyy D.Rodrigo, que bien que ya regresó!!! aunque en realidad, nunca se ausentó de ese lugar que usted tanto llena! Una pantorrillada, sila

Dol dijo...

Alegria de volver a leer sus latigazos.
Besos primaverales .

cristal00k dijo...

Nada queda por decir, todo lo ha dicho la amiga Tequila. Casi "duele" tal exceso de lucidez.
En fin, Don Ramón, no sabe vd. como me alegra tener noticias de Edén, o si...
Abrazos varios.

VolVoreta dijo...

Leyendo su texto, y el comentario de Tequila, no queda mucho que decir...

En Túnez, en Libia,... en la Conchinchina, arriba siempre están los mismos y abajo los de siempre, tal vez a diferente escala, pero con resultados similares.

A mí lo que me duele es pensar que aún teniendo más medios, y menos drásticos que el utilizado por Mohamed, nos contentemos con ir hacia atrás porque la necesidad no es tan evidente...pero ya llegará, y nos encontrará con cara de lelos pensando que todo se solucionará sentados en el sofá, jugando a la play, como si la vida fuera un videojuego.

Le dejo un beso, Granado.

Er Tomatito dijo...

Ya save usté que yo de política y to eso no entiendo (porque no quiero entender), pero esta si me la se. El mundo esta alreves. ¿No acaban de hechar a un monton de gente de la telefonica esa, pa subirse los sueldos ellos? Mandamos ejercitos contra Gadafi al que vendimos armas, y los politicos rroban, se hacen trajes de oro y viajan con el dinero que nos han quitado pa´ salir de la crisis.
Mae´tro!!! Si sale usted con la vela mencontrará, que de rrabia, con lo que estoy viviendo se mucho y de impotencia (por mucho que diga la Mari que no lo cuente) también.
PLIÑ

Caminante dijo...

Muy bonito texto, leído a tres meses vista. Quizá, sólo digo quizá, la muerte de este muchacho tunecino valió para remover, aún más, la indignación que subyacía en tanta gente y que no afloraba, no se visualizaba.
Ya he llegado al final de los no vistos.
Hasta otra: PAQUITA