Reina

Author: Rodrigo D. Granados . /

Reina siempre buscó a un rey; pero no tuvo suerte, porque la monarquía está en horas bajas y no comparte sus delfines.
Desfilaron así por palacio, nobles y plebeyos con coronas del Burger King, para cobrar el peaje de sus sueños, y volverla al punto donde estaba.
Reina en la cocina; lava los platos con la mirada borrosa, y dando la espalda a los suyos. ¿Qué mejor lugar para llorar, que un sitio donde se borran las huellas de este crimen?
Unas manos ciñen su cintura, y siente un estremecimiento; reptan por sus costillas hasta encontrar las bocamangas de la blusa, y se deslizan con un silencio sibilante de serpiente, erizando cada milímetro cuadrado de su piel, al rozar los diamantes oscuros de su pecho.
Reina en la cama, con guantes amarillos de fregar; a medio vestir y medio aclarar, invocando a aquel vampiro de lana del recuerdo; preguntándose aún: ¿cómo se puede ser tan cabrón, y tener tanto arte?

4 comentarios:

Juan C. dijo...

jejjejej... qué bueno Rodrigo. Al principio parece una visión decadente de la monarquía, pero qué va... es un canto a la libertad y la creatividad en la vida doméstica.
Eso de la mujer en la cama con los guantes tiene morbo, algo...

Muy bueno Rodrigo.
Saludos.
Juan C.

iruna dijo...

¡uf!
qué arte, chiquillo

tequila dijo...

Cómo puede un escrito ser tan bello, sensual y triste a la vez?
Sabemos que buscar al Principe azul,el caballero, el Salvador, es un error. Deberíamos confiar en nuestras fuerzas sabedores de ser los únicos que pueden conducir su propia vida y sin embargo... cómo no dejarse llevar, cómo olvidar y no añorar esos momentos en que un "no yo" nos inocula la poción que habrá de elevarnos, creando una nueva perspectiva, haciéndonos sentir felices ante esa sensación de vértigo que con sólo recordar estremece nuestro vientre.
En esto de los emparejamientos (Reina buscaba algo más que el disfrute del encuentro-furtivo o no-) parecemos olvidar la esencia dicotómica de las personas, sorprendiendonos, decepcionandonos o ,incluso, enfadandonos ante los descubrimientos que el irse conociendo entraña.
Me gusta y sorprende la capacidad de supervivencia (no siempre ligada a la esperanza) que a veces mostramos. Ése ensoñar de Reina, los "flotadores" que construimos ante la incapacidad de aceptar o cambiar, una realidad tan densa que oprime.

Dol dijo...

Esa Reina aprenderá , sin ninguna duda .
Y se pondrá a follar a todo lo que se mueva entre los arbustos , dejándose el corazón metido entre el elástico de la braga y la cadera .
Precioso texto, querido.
Besos desde acá.